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Los Egos de Conducta

El término "ego" se refiere a la parte de nuestra personalidad que nos brinda una sensación de identidad y autoconciencia. Sin embargo, en psicología, el ego también se puede entender como la existencia de diferentes aspectos o "egos" dentro de nuestra conducta.


En este sentido, los "egos de conducta" se refieren a las diferentes facetas de nuestra personalidad que pueden manifestarse en diferentes situaciones o contextos. Estos egos de conducta representan diferentes formas de comportarnos o reaccionar ante el mundo.


Algunos ejemplos comunes de egos de conducta pueden incluir:


Ego protector: Este ego puede activarse cuando nos sentimos amenazados o en peligro. Nos impulsa a adoptar una actitud defensiva o evasiva para protegernos y preservar nuestra seguridad.


Ego competidor: Este ego puede surgir en situaciones competitivas, donde nos esforzamos por sobresalir y demostrar nuestras habilidades y logros. Puede impulsarnos a compararnos con los demás y buscar reconocimiento y éxito.


Ego colaborador: Este ego se manifiesta en situaciones en las que buscamos trabajar en equipo y valorar la colaboración. Nos impulsa a ser empáticos, comprensivos y a buscar el bienestar de los demás.


Ego líder: Este ego puede activarse cuando asumimos posiciones de liderazgo o autoridad. Nos impulsa a tomar decisiones y ejercer influencia sobre los demás, buscando el logro de metas y objetivos.


Cabe destacar que estos ejemplos son solo algunos ejemplos generales y que cada persona puede tener diferentes combinaciones y manifestaciones de egos de conducta.


Además, es importante tener en cuenta que el ego no es necesariamente algo negativo, ya que puede ser necesario para enfrentar situaciones específicas. Sin embargo, es importante tener un equilibrio y reconocer cuándo ciertos egos pueden ser perjudiciales para nosotros mismos o para los demás.



Los Egos de Conducta | Módulo 3 de la Formación Transpersonal
Los Egos de Conducta


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